"HESS, EL HOMBRE Y SU MISION" de J. Bernard Hutton. Ed. Plaza y Janes. 1.977.



La Segunda Guerra Mundial comenzó en 1939. En los momentos en que Alemania preparaba el asalto a la URSS y en donde además perdería en el mes de mayo de 1941 en el Océano Atlántico uno de sus mejores acorazados, el Bismarck, Hess voló (en solitario) en un bimotor Bf 110 rumbo a Escocia. Logró burlar la vigilancia de las patrullas de la RAF y se lanzó en paracaídas, donde fue hecho prisionero pese a sus alegaciones de que había ido allí para iniciar conversaciones de paz.

Hay muchas elucubraciones al respecto. Algunos argumentan sólidamente que era un plan premeditado del propio Adolf Hitler para buscar la paz con el Reino Unido, ya que tras la Operación Barbarroja tendría que lidiar en dos frentes. Otros creen que fue una iniciativa propia, de la cual el Führer tenía algún conocimiento y, aunque se mantuvo al margen, tampoco la obstaculizó.

[editar]El avión empleado


Esquema de un Bf-110, similar al que usó Hess.
Hess pilotaba expertamente un Messerschmitt Bf 110, matrícula VJ-OQ tipo D y modificado especialmente por el fabricante (un caza pesado biplaza y bimotor), cuya velocidad máxima era de 600 km/h. Las modificaciones consistían en un compartimento que contenía una balsa inflable completamente equipada, un receptor Lorenz, una radio adaptada para comandarla por el piloto, la envergadura de las alas estaba extendida y un fuselaje 50 centímetros más largo. No estaba armado ni contenía bombas u otros elementos defensivos u ofensivos.

[editar]Cronología del vuelo
El 10 de mayo de 1941, Hess y el Reichsleiter Alfred Rosenberg almorzaron juntos en privado en Augsburgo, y desde allí Rosenberg se dirigió a entrevistarse con Hitler en Berchtesgaden. El personal de servicio de Hess dijo que éste se encontraba absolutamente tranquilo y que durmió una siesta, se levantó aproximadamente a las 15:00 horas para, posteriormente, ir a visitar a su esposa Lise y a su hijo. Más tarde se dirigió hasta la pista de la Luftwaffe en Augsburgo, hacia las 17:00 horas. Lo cierto es que Hess voló en el Messerschmitt Bf 110 desde Augsburgo, rumbo a Escocia, el 10 de mayo de 1941, despegando a las 17:45 en dirección noroeste, para superar la línea costera de los Países Bajos a las 19:28 a la altura de Texel; allí giró 90° a la derecha y voló en esa dirección unos 30 minutos para volver a virar 90° al norte en el mismo sentido que traía inicialmente a baja altura sobre el Mar del Norte, completamente de noche en ese momento.

A las 20:50 aproximadamente interceptó las líneas de radionavegación provenientes de radiofaros emplazados en Dinamarca con el receptor Lorenz, y realizó un vuelo de zig-zag cubriendo trayectos paralelos de 20 minutos de vuelo hasta finalmente tomar rumbo a Escocia a eso de las 21:52, para traspasar la línea costera a eso de las 22:12 sobre la localidad escocesa de Embleton. Sólo le quedaban 30 minutos de combustible. Fue detectado por un puesto de Observadores Reales (ROC) en Ashirck y despegaron aviones de la Royal Air Force para interceptarlo, infructuosamente.

Después de su llegada a Escocia esperaba poder aterrizar en la Casa Dungavel, propiedad del Duque de Hamilton, quien tenía una pista privada que, según testigos calificados, estuvo iluminada esa misma noche misteriosamente, sobre todo si se tiene en cuenta que eran tiempos de guerra. Además, contaba en sus hangares con cajas de repuestos y dos tanques de combustible del mismo tipo del avión alemán en el que Hess volaba. Hess voló muy cerca de esa propiedad (con su pista iluminada, pero según testigos fidedignos se apagaron cerca de las 22:30) buscando la supuesta pista que esta propiedad tenía. Hacia las 22:45, el combustible sólo le daba unos 5 o 7 minutos de vuelo más, pero sobrevoló dicha propiedad sin encontrar la pista (estaba con sus luces apagadas) y pasó de largo en dirección a la costa occidental de Escocia. Al llegar al mar nuevamente, se deshizo de los tanques adicionales de combustible, viró 180° y volvió a buscar la Casa Dungavel, para pasar nuevamente sobre ella a eso de las 22:45, pero las luces no estaban encendidas.

El vuelo que realizó Hess se ha discutido ampliamente en círculos de aviación, ya que se necesita ser un expertísimo piloto para realizar tal maniobra. Cerca de las 22:50 horas, al acabarse el combustible, se vio obligado a saltar en paracaídas en Eaglesham, cerca de Glasgow, invirtiendo el avión para lanzarse desde la cabina del Bf 110. Al llegar a tierra, Hess se dañó un tobillo y un campesino escocés, de manera cautelosa, le auxilió y lo llevó a una guarnición militar, en donde Hess intentó convencer de que era amigo del duque de Hamilton con un nombre falso (Alfred Horn).

[editar]El emisario de Hitler


Restos del avión de Hess en el Imperial War Museum de Londres.
El duque acudió a la mañana siguiente y Hess se presentó por su verdadero nombre, aunque el duque lo había reconocido porque se habían visto por primera vez en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936.

El duque declara que no tiene asuntos con Hess. Éste comunica su deseo de llegar a un acuerdo de paz con los británicos y que trae un mensaje del Führer. Inmediatamente fue hecho prisionero por la Home Guard, para ser recluido posteriormente en la Torre de Londres hasta el final de la guerra. Todos sus intentos de ser creído fueron infructuosos (según el propio Hess era su tercer intento) para tratar de pactar la paz con el Reino Unido y así cambiar el curso de la guerra, al poder concentrar a la Wehrmacht en un solo frente contra los soviéticos. Sin embargo, el prematuro apresamiento de Hess (al momento de tocar tierra cerca de las propiedades del duque de Hamilton) condujo al fracaso su gestión.

En el Museo Imperial de Guerra de Londres pueden apreciarse la cola y el motor del avión pilotado por Hess. Ambas partes, británicos y alemanes, hicieron publicar rápidamente su desconocimiento de contactos previos.

[editar]Teorías, repercusiones y controversias
Véase también: Karl Wolff


El Obergruppenführer Karl Wolff, von uniforme de las Waffen-SS hacia 1937.
Las razones para obrar de semejante forma han sido y son muy discutidas y misteriosas. Por una parte, hay quien sostiene que el propio Hess sabía de antemano que Alemania podía ser vencida en los frentes aliado y soviético, preocupación que Karl Haushofer había manifestado también. Otras razones para su huida son las diferencias que sostenía, no sólo con Hitler, sino con otros dirigentes del NSDAP como Goebbels y, sobre todo, con Martin Bormann y Heinrich Himmler respecto a las cuestiones de sucesión al Führer. El asunto es que el vuelo había sido preparado con algunos meses de antelación.

Pero la teoría más aceptada y más coherente es que Hess partió como emisario secreto de Hitler para contactar a altos personajes pro-nazis británicos de un posible gobierno futuro, títere del Reich, ya que existían premisas en el gobierno alemán de que el primer ministro británico sir Winston Churchill podía ser derrocado y esto liberaría a Alemania de tener que luchar en dos frentes si se negociaba una paz con los británicos. Un atisbo que corrobora esta teoría son las declaraciones de Karl Wolff cuando fue emisario oficioso de Hitler para la Operación Amanecer, donde Hitler esperaba ponerse del lado del mejor postor en una supuesta ruptura de la alianza angloamericana y la URSS. En una de sus declaraciones, Wolff relata que Hitler le dijo tras enterarse de las negociaciones de Wolff con emisarios americanos en Italia:

Bien, acepto tu presentación. Tienes mucha suerte. Si hubieras fracasado, hubiera tenido que desecharte como hice con Hess.

Adolf Hitler, según Karl Wolff1
Si se acepta esta teoría, las posteriores acciones de Hess se hacen más consecuentes. Hess era un experto piloto de Bf 110 y preparó su aparato particular para dicho vuelo. Además, los radiofaros guía alemanes se entramaron cuidadosamente para dirigirlo al Reino Unido. Estas maniobras bien pudieron pasar desapercibidas para la Abwehr, Heinrich Himmler o Reinhard Heydrich, o ser deliberadamente ignoradas.

Quizás el elemento más controvertido es el testimonio dado por una sirviente de la Casa Dungavel que precisó que, además de tener las luces de la pista encendida momentos antes de la pasada de Hess esa noche del 10 de mayo, sea el hecho de que viera en los hangares privados de la pista cajas conteniendo tanques fabricados en Augsburgo del mismo tipo que el usado por el Bf 110. Hitler se enteró en la mañana del día 11 a través de un sobre que le entregó el secretario de Hess, Pintsch, con una larga carta de éste en el interior, en la cual decía al Führer que, en caso de que saliera mal la aventura de intentar negociar la paz con los británicos antes de invadir la URSS, podría argumentar que estaba loco.

Heinz Linge, su ayuda de cámara dejó un testimonio2 de la reacción de Hitler, hizo detener a los ayudantes de Hess por no informar de que Hess se había hecho construir un aparato especialmente diseñado y tuvo un acceso de furia por la acción de Hess de quien pensaba delataría sus planes al enemigo:

"—¡Me engañan!... ¡Me traiciona todo el mundo!... ¡No tengo ni un solo amigo del que me pueda fiar! Y continuaba: —¡Hasta ese idiota! ¡Ese loco idiota al que imaginaba sumiso! ¡Ese idiota, idiota, idiota, me resulta falso! El idiota, idiota, idiota era, desde luego, Hess. —¡Imposible hacer proyectos! ¡Imposible calcular nada! —sentenciaba Hitler en otros momentos—. ¿Para qué si se los transmitirán a mis enemigos inmediatamente?... ¡Me veo rodeado de traidores!-"

Heinz Linge-entrevista sobre Hitler en 1955.
La reacción alemana no se hizo esperar, pues Goebbels, como Ministro de Propaganda del régimen, catalogó el día 12 la actuación digna de un loco desmedido. Horas después, la BBC anunciaba la captura de Hess, que sería reemplazado en el cargo por Martin Bormann, uno de sus más temibles adversarios.

Según algunos historiadores, para Hitler fue un acto de vil traición, pues temía que los secretos del ataque a la Unión Soviética fueran revelados; para esta última nación fue un acto que impidió el perdón en Nuremberg. Existen pruebas que avalan que Hitler estaba al corriente del plan y la actuación del Ministerio de Propaganda alemán quiso encubrir el fracaso de Hess como emisario de paz.

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